Narrado por
Sara
[Unas semanas después]
Un día más pasaba y me
encontraba aburrida, sin saber qué hacer en el hospital, así que decidí coger
una revista que había encima de la mesa. Mi día a día era una completa
monotonía. Siempre estaban aquí las mismas personas, mi familia y David. Es muy duro esto de perder la memoria, de
no saber que hacías exactamente hace tres meses, con quien salías, con quien te
llevabas mal, con quien bien. Todo ha cambiado tanto... Creo que no me merezco
ser tan infeliz. No sé si era buena persona o no, supongo que sí, pero no creo
que esto lo merezca nadie. Poco a poco la recuperación iba hacia adelante, estaba
acudiendo a rehabilitación día tras día y el doctor me decía que todo iba lento,
pero que bastante mejorado. Tengo la esperanza de algún día poder volver a
recordar todo, a mis seres queridos.
Seguía leyendo
la revista, empecé a ojear las páginas, leyendo bastantes cosas de bastante
gente famosa hasta que me quedé sin respiración al leer un artículo... ''Pablo
Alborán encuentra el amor''. No me podía creer que la persona que salía en esas
fotos fuera yo. Pablo y yo salíamos besándonos, abrazados, cogidos de la mano.
¡Pero no entiendo! Pablo me dijo que éramos amigos, ¿por qué me ha mentido?
Miré la fecha de la revista y se trataba del mes Julio. Supongo que habríamos
estado juntos y lo dejaríamos. Empecé a leer el artículo y ponía que Pablo y yo
empezamos una relación hace unos meses, que estábamos bien. Sigo sin entender
nada, si estábamos bien, ¿por qué dejarlo? Hay tantas dudas que necesito
conocer.
Al cabo de
treinta minutos mi madre entró en la habitación y yo como loca la llamé para
que se sentara. - Sara, ¿qué pasa? Preguntó rápidamente mi madre sentándose al filo de mi cama. - Mamá,
¿quién es Pablo Alborán? Pregunté directa. – Tu amigo. Contestó
rápidamente. - No, tu amigo no. Me refiero profesionalmente. Sé que es
famoso. – Ah, sí, es cantante. Canta de maravilla hija. Sonrió. – Me
imagino. Pero esa no es la cuestión, mi pregunta es, he estado con Pablo,
¿verdad? Volví a preguntar directa. No quería andarme con rodeos.
Sólo quería saber la verdad y que había pasado en nuestra relación. Mamá,
sólo te pido que me digas la verdad. No quiero más mentiras. - Hija, si te digo
la verdad puede afectarte. Dijo mi madre acariciándome la espalda. -
Pero por qué... Cuéntame todo, por favor. Te juro que necesito saberlo. - Está
bien, está bien. Lo haré. Pero no sé como comenzar. - Tranquila mamá. Le
dije sonriente y acariciándole la mejilla. Cuéntame todo como es, pero
empieza a decirme que ha habido entre Pablo y yo, por favor. Y también quiero
saber cosas sobre David. - Está bien. Pablo y tú estuvisteis juntos, sí. Lo
estuvisteis hasta hace muy poco. David te ha mentido Sara. David no es quién tú
crees que es. Él es una mala persona. De hecho si no fuera por él, Pablo y tú
estaríais juntos, pero lo impidió, quiso separaros. Si no decía que te haría
daño a ti, a mí, a la familia de Pablo y a él. - ¿Qué? Mis ojos eran tan
grandes como platos. Lo notaba. No daba crédito a lo que estaba escuchando. -
No sé que más decirte... Pablo estaba dispuesto a cuidarte, a apoyarte, pero al
amenazarle David decidió renunciar a ti, por eso no viene y por eso te dijo en
su día que erais amigos, pero la realidad es que en el momento que vino, Pablo
y tú todavía estabais juntos. Con David lo dejaste hace mucho. Él te fue infiel
y luego quiso pegarte. David no te quiere hija. - ¿Pero si no me quiere, porque
entonces está conmigo día a día? Intentaba sacar la parte de buena de
David, aunque por las palabras de mi madre sabía que no la había. Seguía
impresionada con todo lo que me estaba contando. No podía creer que Pablo y yo
hubiésemos estado juntos, que David fuese capaz de amenazar a su familia, a la
mía, a Pablo y a mí sólo por hacer el mal. - Porque es un papel, una falsa.
Lo hace para que tú no descubras que no sois nada y para que no vuelvas con
Pablo. Su maldad y el no querer veros juntos le hacen hacer todo eso. No
pude evitarlo y comencé a llorar ante saber cómo puede caber tanta maldad en
una persona sólo por no ver a dos personas que se quieren juntas. - Mamá,
quiero ver a Pablo. Lo necesito. - Pero ya sabes que Pablo está liado, además
mi niña, el hará su vida lejos de ti e incluso podrá hacerla con otra chica. En
ese momento me derrumbé aún más. No sentía nada por Pablo, pero al saber que
habíamos estado juntos quería tenerle conmigo. - ¿Y tan pronto me ha
olvidado? Dije apenada y con lágrimas en los ojos. - No Sara, Pablo
nunca te ha olvidado ni te va a olvidar. Yo creo que si estuviera con otra chica
sería por olvidarse de ti, porque busca el amor en otra persona, pero a la vez
siente como si fueras tú. He hablado con él muchas veces por teléfono, porque
eso sí, que lo sepas, me pregunta por ti día a día. Pablo te quiere mucho,
hija. - ¿Entonces? Si tanto me quiere que no vaya a estar con ninguna otra...
No lo entiendo, mamá. Te juro que soy incapaz de entenderlo. - No lo sé, Sara,
lo que sí sé es que él lo está pasando mal con esta situación, porque lo que
más le gustaría sería estar contigo. - Pero David lo impide. Dije
cabizbaja. - Así es... - Pues me igual David y todo el mundo, pero yo quiero
luchar por Pablo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario