miércoles, 19 de noviembre de 2014

Capítulo 51



Narrado por Pablo

Tras mucho tiempo sin encontrar ninguna respuesta ahora había llegado ese momento. Creo que era mejor hablarle con la verdad. Las mentiras nunca son buenas, siempre lo complican todo, pero sí que es cierto que hay veces que si eres sincero, la verdad puede doler. A veces ocultas la verdad y optas por la mentira por tal de que la otra persona no se sienta afectada por tus palabras. 

– Voy a empezar por el principio. Le dije por fin. A ver, me sitúo al día de ese beso. Andrea permanecía atenta a mis palabras, tanto que no me quitaba la vista. Me miraba tan fijamente que si las miradas mataran... Yo ya lo estaría. ¿Te acuerdas cuando te hablé de una tal Sara? Bueno, ella era mi pareja, pero estábamos mal, aunque la sigo queriendo. Cabizbajo comencé a pensar en ella pero rápidamente me di cuenta de que no era el momento de lamentaciones, tenía muchas cosas que contar. Así que quise seguir. Tú y yo nos besamos, pero dio la casualidad de que ella vino a Madrid ese mismo día dispuesta a reconciliarse conmigo con la mala suerte de que nos pilló dándonos ese beso. Lolo me avisó de que estaba aquí y fui derecho a Atocha, pero ella se fue. A los días fui a Málaga y tuvimos una discusión bastante fuerte… Tan fuerte que todo se acabó. Le decía con un nudo en la garganta. Odiaba la sensación de ahogarte con tus propias palabras porque te duele lo que estás contando. Te lo he contado lo más resumido que he podido. – Ajá. Eso fue lo único que dijo Andrea, cosa que me sorprendió. Pero todavía no había sido lo más sincero del todo. – Y lo último que quiero decirte es que a pesar de que la quiera todavía sí que me gustas. Y mucho… Por eso siento que contigo puedo olvidarme de ella. – ¿Qué intentas, utilizarme? Sabía que algo no saldría bien, lo notaba. Quizás me haya explicado mal, o a lo mejor ella no me haya entendido bien. – No, por favor… ¿Cómo se te ocurre pensar eso? – Es que lo parece Pablo. Dices que sientes que conmigo puedes olvidarte de esa chica, pero pareces que tú mismo te obligas a estar con otra persona para olvidarte de ella y no, Pablo no, así no son las cosas, porque puedes hacer daño a las personas. Me dijo enfadada y sincera. No la conocía desde hace mucho, pero nunca le había visto tan segura de lo que decía. – Créeme que lo último que quiero es hacer daño. Me duele mucho cuando sin yo querer lo hago, porque he tenido la experiencia y no me gusta, ¿sabes? No pude evitar acordarme de todo lo vivido, tanto lo que haya pasado con mis parejas, como con mi familia, como con todo el mundo en general. Simplemente es lo que he explicado, muchas veces haces daño sin tu quererlo y eso no es placentero para nadie. – Bueno Pablo, vale. Yo solo quiero decirte algo… Aunque bueno… ¿Para qué voy a decirte con palabras que me gustas si eso ya se nota? Yo sólo te digo que no quiero ser una obligación. Si quieres estar  conmigo que sea porque te gusto de verdad. Piénsate mucho las cosas y ya me darás una respuesta. – Está bien. Sonreí un poco y me levanté dispuesto a irme. 

La verdad es que tenía toda la razón del mundo, tenía que pensarme mucho que camino elegir en mi vida sentimental, porque sí que es cierto que yo tampoco quiero que sea una obligación para mí el estar con ella, ya que siendo egoísta y pensando en mí, yo también me puedo sentir muy mal estando con una persona que no quiero. 

Andrea me acompañó a la puerta y se despidió de mí. Por lo que se ve no tenía muchas ganas de que estuviéramos más tiempos juntos. Parecía que iba a ser un reencuentro para hablar y no es que haya terminado muy bien precisamente… 

Salí de su casa con una sola cosa en mente, dudas, muchas dudas. 


1 comentario:

  1. Pablo no le contó que ya se.había reconciliado con Sara y que estaban divinamente, pero que ella se apareció en.aquella.celebración y borracho se lo llevó a la cama y por eso Sara lo dejó, eso era lo que tenía que decirle a la Andrea!!

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