Narrado
por Pablo
Sara se sentó
de nuevo a mi lado y me sonrió con la sonrisa más dulce que jamás había visto.
– Con que tienes
novio, ¿no? Me atreví a hablar yo primero.
– Sí… Contestó
cabizbaja. Lo siento. Indicó levantando
de nuevo la mirada y se fijaba en mí muy detalladamente.
– No sientas
nada. Yo quiero tu felicidad.
‘’ ¿Cuánto le amas? ¿Besa como beso?
Dime
que aún no te ha tocado como lo hicieron mis dedos.
Párale
los pies a ese reloj que nos controla,
que no nos deja ser.
Que apaguen el sol de una vez.
Recuérdame, ahora que ya decidiste ir con él,
que sea lo que deba ser, aunque a mí me toque
perder
Recuérdame ahora que tu piel ya se fundió con
su piel.
Su mundo gira en torno a ti y tú no piensas
volver. ’’
Ambos sonreímos y nos abrazamos, sin pensar en las consecuencias que
tuvieran el estar ahora mismo tan cariñosos. Pero no podía evitar preocuparme,
por mucho que me duela ya me he dado cuenta de que nunca más vamos a estar
juntos y si hoy podía tener alguna posibilidad viéndole ablandarse por estar
aquí, en el día de la muerte de su hermana, teniendo novio ya todas mis
esperanzas se fueron a la basura. Pero a pesar de todo eso, prefiero que sea
feliz, sea conmigo, o sea con él.
– Y bueno, ¿qué tal todo en este tiempo? ¿Qué tal con… Andrea? Preguntaba
pausando sus palabras.
– No somos nada.
Sí que es cierto que nos hemos besado, nos hemos acostado, pero se ha quedado
ahí. Y también es cierto que ella siente algo por mí, pero yo no.
– Ah, pues
pensaba que tú sí. ¿Por qué no?
Y ahora llegó el momento más incómodo, cuando vuelvo a pensar en que
respuesta dar, en si sería lo correcto decir por qué verdaderamente no he
empezado algo con Andrea o inventarme una excusa.
– Sara, ¿puedes
venir un momento? De repente Alex nos interrumpió. Yo no entendía el
por qué, pero acepté en que hablaran tranquilamente.
De un momento a otro se fueron y yo me quedé pensando en todo lo que
acababa de ocurrir. Me había sentado como una patada en el estómago que Sara
estuviera con alguien y más con una persona así. Que sí, puede que sea una
maravilla de chico, pero por lo que le he conocido no la merece.
Pablo
mostrando su vena celosa… Pero quizás es ahí cuando se demuestran las cosas,
cuando verdaderamente piensas lo mucho que te importa una persona, que cuando
la ves con otra te quema todo por dentro.
Narrado
por Sara
Alejandro y yo
nos fuimos a un lugar apartado de Pablo para poder hablar tranquilamente. A
saber que me iría a contar este hombre ahora, pero yo le veía con muchas ganas
de hablar, muy decidido.
– Mira Sara, si
algo me da rabia de Pablo es que ante decir las cosas que siente hacia la
persona que quiere se corta y en este caso le veo cortado. Sí, sabes lo
exageradamente cotilla que soy y he estado espiándoos un poco, pero no he
podido evitar saltar, venir a por ti y querer decirte esto cuando le has
preguntado el por qué no sentía algo por Andrea. Le conozco y sé que no iba a
decirte la verdad, por eso, aunque no debería de ser yo quien te la dijera lo
voy a hacer.
Me causaba risa, nervios, ilusión y un sinfín de adjetivos esta situación.
Ante la vena cotilla, una vez más de Alejandro no podía evitar reírme y nervios
e ilusión por lo que me iría a decir, aunque, me lo podía imaginar
perfectamente el por qué Pablo no estaba con esa tal Andrea, por mi…
– Me estás
poniendo de los nervios. Dime. Le decía cogiéndole de los brazos y
moviéndole todo el cuerpo para que hablara.
– Me muero de ganas de que estéis juntos de una
santa vez joder. Él te quiere, no te olvida y es por eso que no quiere estar
con nadie más que no seas tú.
Mis ojos se llenaros de lágrimas, más vidriosos que nunca. Obviamente
claro que lo suponía, pero la ilusión de que te lo diga una persona que vive
todo esto tan cerca gusta más.
Yo ahora mismo estaba hecha un lío, pensaba en Pablo, pensaba en Hugo, en
todo lo que acarrearía si le dijera a uno que no va a ser elegido para que
estemos juntos. Esto parecía una auténtica final de Mujeres y hombres y
viceversa, cuando tienes que decidirte por uno y dejar mal a la otra persona.
Odio hacer daño, odio que dos personas estén enamoradas de mí y sentir que haga
lo que haga va a estar mal, porque es que encima, ambos me importan. Con ambos
he vivido diferentes historias, pero intensas y mágicas.